En 2012, Bill Ackman inició una guerra en Wall Street. En ese año el magnate de las finanzas, considerado como el nuevo Warren Buffett, apostó US$ 1000 millones de su fondo de capital Pershing Square Capital Management a que el precio de las acciones de Herbalife se derrumbaría a cero. El fundamental que Ackman difundió entre sus colegas de Nueva York tenía su base en el core del negocio de la multinacional: el empresario montó una campaña mediática para demostrar que Herbalife tiene desplegado un esquema piramidal y fraudulento que, en poco tiempo, se comprobaría en la Justicia y el valor de la firma caería, tarde o temprano, a cero. La maniobra que ejecutó el empresario no solo es legal, sino que también es una estrategia bursátil utilizada ampliamente por los players del mundo de las finanzas que no le temen al riesgo. En la jerga se conoce como posicionarse “en corto” y el instrumento para hacerlo es un derivado financiero. En palabras simples, si la acción de Herbalife caía, en un período de tiempo acordado, a cero –el precio strike–, Ackman y su fondo de capitales podrían haber duplicado, o incluso triplicado, el monto desembolsado. Sin embargo, a cuatro años de la batalla bursátil, las acciones de Herbalife se mantienen en un nivel de precios superior al de 2012 y, según los cálculos de la revista estadounidense Fortune, Ackman arrastra una pérdida de más de US$ 360 millones. Como lo demuestra el caso Ackman-Herbalife, tanto el riesgo como las ganancias que están en juego en el mercado de derivados, también llamadas opciones financieras, son grandes y esto hace que el instrumento sea atractivo para inversores agresivos. Y, aunque no son tan conocidos, esta alternativa existe en la plaza local. No solo eso: está ganando terreno. Las opciones financieras más operadas en la Bolsa local son los calls. Un inversor compra este derivado cuando tiene expectativas de que el precio de una acción particular podría aumentar en el futuro. “En la Argentina es un mercado muy chico. Y en lo único que se puede operar con cierta tranquilidad es con las opciones de compras o calls”, asegura Nery Persichini, economista Jefe de MB Inversiones. Una opción de compra tiene dos partes: un vendedor, que lanza el instrumento en el mercado, y un comprador. Cuando un inversor incorpora en su cartera un call, adquiere un derecho de compra de un paquete de acciones a un precio congelado que podría, eventualmente, ejecutar más adelante. Para poder ejercer el derecho, el precio de la acción deberá alcanzar un valor fijado, mayor al actual –el precio strike. Es decir que, si el papel toca el precio strike estipulado, se le activa la posibilidad incorporar esas acciones al valor congelado y, por lo tanto, a un precio menor al de mercado. Entonces, para resumir, el comprador ejerce el derecho, le adquiere a la contraparte un paquete de acciones a un precio bajo y luego puede vender esos mismos papeles en la Bolsa a un valor mayor. En esta diferencia están las ganancias. “La acción de Banco Galicia cerró el 29 de agosto en $ 77,70. Entonces, si comprás un call con precio strike de $ 80, vos como comprador adquirís el derecho de ejecutar la opción cuando el papel supere este valor”, ejemplifica Persichini. Suponiendo que se congela el precio en $ 78 por acción, el comprador gana al vencimiento $ 2 por papel, menos lo que pague por prima, el costo que se le paga al vendedor por el instrumento. “Ahora, si en el vencimiento Galicia cierra en $ 75, no conviene ejecutar el derecho”, aclara el economista. Pero, ¿qué gana el vendedor? Para empezar, recibe una prima a cambio de la venta de la opción. Este monto es una ganancia segura, fuera de todo riesgo. El segundo canal tiene que ver con las expectativas: el que lanza al mercado un call piensa que el precio de la acción caerá en vez de subir. Si esto finalmente ocurre y la acción cae, nunca se alcanzará el precio strike y al llegar la fecha del vencimiento (en días, semanas o meses), el comprador no podrá ejercer el derecho de compra. Por lo tanto, no se deberán vender las acciones más baratas y el que lanzó el instrumento no tendrá pérdidas. Además, se queda con la prima. Para Alejandro Bianchi, gerente de Inversiones de Invertir Online, la volatilidad y la falta de liquidez son dos riesgos que el inversor debe tener en cuenta. “Las opciones son a las acciones lo que el queso es a la leche: un derivado. Si no tenemos leche no se puede hacer queso”, simboliza. Y explica: “Es complejo pedir que el derivado tenga volumen cuando el subyacente (la acción) no lo tiene. Entonces, con opciones pasa mucho que uno puede entrar pero no salir por falta de liquidez en la Bolsa”. Los datos que confirman este riesgo son dos. En primer lugar, el volumen total en dólares operado en acciones cayó alrededor de un 50 por ciento en los últimos 16 años. En 2016, los datos oficiales muestran que la Bolsa cerró con un volumen de US$ 4623 millones, mientras que, en 2000, la cifra tocó un techo de US$ 9145 millones en transacciones bursátiles. “En 2000 éramos el tercer mercado de América latina después de Brasil y México. Hoy, somos el quinto después de Brasil, México, Colombia y Chile”. Como él menciona, la falta de liquidez en el mercado de acciones tiene una fuerte incidencia sobre el de las opciones financieras. A su vez, según el último reporte del Instituto de Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), el volumen operado en pesos en el mercado de opciones superó, en julio, los $ 190 millones, ocupando un 0,2 por ciento del share de instrumentos operados en la Bolsa en lo que va de 2017. Para tener cierta referencia, la penetración de las acciones en el total de la torta es del 3,7 por ciento, superada únicamente por los Pases y Cauciones (9,3 por ciento) y los Títulos Públicos (83,3 por ciento). El segundo dato que da a conocer Bianchi es aún más representativo del riesgo de operar con opciones: el 80 por ciento de los papeles que se emiten en el mercado vencen sin valor y generan pérdida total del capital. “El 20 por ciento es la probabilidad de ganar y, lógicamente, las ganancias son enormes”, comenta. De hecho, en solo un día, la opción puede aumentar o caer en un 30 por ciento antes de la fecha de vencimiento. Por este motivo, aconseja tener en cuenta dos aspectos para operar: hacerlo mediante un experto y que las opciones no ocupen más del 5 por ciento de la cartera. Ignacio Corsiglia, presidente de Corsiglia y Cía, destaca dos factores que deben entrar en juego para acertar con opciones. “Lo básico es que el precio de la acción acompañe la dirección del precio strike. El otro tema es el tiempo. Cuando estás a dos o tres semanas del vencimiento, se puede haber acertado en la dirección del precio pero están lejos del strike”, dice, y remata: “En cuanto las opciones no se convaliden, se te van a cero”. No obstante, Corsiglia comenta que, “con un timing fino”, se puede duplicar y hasta triplicar el capital. “Lo más importante es saber salir justo”, aclara. Es por esto que recomienda las opciones para inversores sofisticados y en un porcentaje no mayor al 3 por ciento del portafolio. Ninguno de los analistas se anima a recomendar opciones de una acción en particular, pero sí aconsejan posar la vista sobre dos sectores que suelen tener mucha liquidez en el mercado de calls: el bancario y el energético. “Son por estos días las estrellas. Desde que el Gobierno tuvo un resultado positivo en las PASO, el mercado sigue convalidando los precios vinculados al sector bancario y energético”, asegura Persichini. Entre estas, considera interesante por su liquidez los calls de Banco Galicia y Pampa Energía. Corsiglia coincide: “El sector que vemos como favorito es el bancario. Hace más de 10 años que tiene ganancias crecientes y el precio de las acciones sigue reflejando una buena expectativa”. Y agrega: “También el sector energético, a pesar de que viene subiendo un montón. Transener, Edenor y Pampa Energía son papeles fuertes”. Los datos del mercado de opciones indican una tendencia: el Banco Galicia y Petrobras ocupan los primeros ocho puestos en cuanto a volumen negociado, al 29 de agosto. Entre estos, el call de Petrobras con $ 82,40 con fecha de vencimiento a octubre alcanza los $ 827.000 de liquidez. Lo sigue el papel de Galicia a octubre de $ 80 de precio strike con $ 745.000, y Petrobras a octubre de $ 78,40 con $ 738.000. El top 8 de la lista lo ocupan ambas empresas, señal relevante a la hora de apostar por este instrumento. La otra pata: la cobertura Así como existen estrategias que apuestan al alza de una acción, el mercado ofrece opciones para el inversor que tiene expectativas a la baja y, por ende, desea cubrirse: los puts. “Imaginemos un productor agropecuario que asume todos los costos de comprar semillas, plantar, regar el campo y, recién al año, tiene lista la cosecha y puede salir a vender. Supongamos que el costo total que asumió fue de US$ 300 por tonelada y, cuando la lleva a vender, vale US$ 200. ¿Cómo logra esquivar esta pérdida de antemano?”, ejemplifica Bianchi, de Invertir Online. La respuesta se empezó a gestar con la ingeniería financiera en los mercados de futuros: cuando el agropecuario empieza con la siembra, ya fija un precio a un comprador de más de US$ 300 para la fecha de entrega y, así, evita los riesgos de volatilidad del mercado. Un mecanismo similar es el que tiene las opciones de venta, o puts. Se congela el precio y, si la acción cae, el que compra el instrumento tiene el derecho de vender las acciones al precio congelado y superior al de mercado. El ejemplo lo grafica Persichini: “Como todo derivado, la operatoria de inversiones tiene dos aristas: una de ellas es para cobertura. Si, por ejemplo, se está en un evento en el cual Cristina Fernández de Kirchner repunta en las encuestas, por describir un escenario, comprando puts de Galicia el inversor se cubre de eventuales caídas de precios. Se paga un módico precio de cobertura por la prima y, si bajan las acciones, se garantiza un precio de salida. Eso es una cobertura”. Sin embargo, los especialistas no recomiendan esta alternativa en el mercado local ya que prácticamente no tiene liquidez. “A la larga, los mercados tienden a subir, con lo cual en general apoyan a que haya un poco más de volumen en calls que en puts. El put, al ser un instrumento que juega con la negativa, se opera menos”, concluye Bianchi. FUENTE: APERTURA.COM
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October 2021
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